Algunos padres nos han escrito porque les gustaría tener recuerdos en forma de fotografía de sus bebés, pero no unas imágenes cualquiera, sino instantáneas divertidas y curiosas en las que los niños resultan de lo más entrañable y graciosos, como en las fotos de la estadounidense Anna Lou (o más conocida como Annie) Leibovitz, en las que los pequeños aparecen incluso vestidos de forma divertida. Pues bien, todo eso lo podemos hacer también nosotros en casa, comprando atuendos en la página web de La Casa de los Disfraces.
Y es que al final casi todas las fotografías que hacemos para usar como recuerdo se acaban guardando en algún álbum, en algún cajón, y en rara ocasión las volvemos a ver, que debería ser su verdadera función. Sin embargo, esas que son de estudio, que tienen su pizca de gracia, son aquellas con las que nos emocionamos, de las que queremos sacar un montón de copias para repartir entre nuestros amigos y familiares, y las que solemos enmarcar para poner en un marco sobre algún mueble de casa o colgando de la pared.
Pero las fotografías de estudio o de profesional son las más caras, no todas las familias se las pueden permitir, y menos aquellas con niños pequeños, ya que estos se llevan una gran parte del presupuesto del hogar entre ropa, pañales, accesorios, sillitas…
Es por esto que desde aquí os recomendamos que las hagáis vosotros mismos. ¿Tenéis una cámara? Pues adelante. Incluso la del móvil nos sirve.
Lo mejor para hacer este tipo de fotos es tratar de encontrar momentos divertidos con los más pequeños de la casa, donde nos encandilen con su sonrisa o bien nos despierten ternura. Lo más sencillo es tirar de cosas rápidas como disfrazarlos. Ya os hemos dicho que en La Casa de los Disfraces, en su tienda online, podéis encontrar un montón de atuendos diferentes.
Pero por su tamaño los niños se prestan también a muchas cosas. ¿Os imagináis una fotografía de ellos por ejemplo dentro de un jarrón? ¿Y dentro de un frutero rodeados de naranjas? ¿Y en un cesto donde haya muchas flores a su alrededor?
Otra manera divertida de hacerles fotos así en comparándolos con otras cosas para hacer notar su tamaño. Ejemplos de esto podrían ser fotografiar su pie sobre nuestra mano, sacarlos montados sobre un perro de raza grande como si este fuera un caballo, o sentaditos sobre la portada de un libro.
Cómo usar luego estas imágenes
Si queréis tener una existencia tranquila y no amargar la de vuestros hijos cuando sean mayores, es conveniente que no intentéis presumir de este tipo de fotografías subiéndolas a las redes sociales. Debéis proteger la intimidad de vuestros hijos, pero también es muy complicado saber qué uso se puede hacer de estas fotos, si alguien las robará. Y cuando sean mayores los niños, quizás no se sientan contentos estando así expuestos.
Lo mejor es sencillamente sacarlas en papel, o en una memoria digital y regalarlas en marcos tradiciones o electrónicos a las personas de vuestro entorno que de verdad apreciarán un detalle así.