Existen millones y millones de empresas a lo largo y ancho del mundo. Y, por cada una de ellas, existe una manera de organizarse, de sacar el máximo provecho a cada uno de los recursos económicos, humanos o materiales de los que dispone la organización. En efecto, y como apunta el refrán, “cada maestrillo tiene su librillo”. También en el mundo de la empresa es válido este dicho. Otros más exitosos y otros no tanto. Pero la manera de gestionarse es lo que más personalidad puede otorgarle a una organización. Aunque no tenga ni siquiera ánimo de lucro.
La European Open Business School habla, en el artículo del que hablamos a continuación, de lo que supone la gestión en el caso de una empresa. “Es uno de los pilares fundamentales para que ésta pueda sobrevivir y mantenerse por muchos años”. Sin embargo, y tal y como apunta el mismo artículo, no todas las empresas dedican el mismo esfuerzo a una actividad tan importante como tal. De hecho, existe una buena nómina de empresas y organizaciones españolas que no gestionan sus recursos de la manera más óptima.
A lo largo de la historia han aparecido todo tipo de teorías que han sido utilizadas por miles y miles de empresarios que buscaban la mejor manera de conseguir la eficiencia de sus procesos, de sus trabajadores y de sus recursos económicos. Una de esas teorías no es otra que la Pirámide de Maslow, que ha sido una auténtica referencia entre empresarios y gestores dedicados a muy diferentes sectores.
Con el paso de los años y las décadas, han ido apareciendo nuevas maneras de gestión de diferentes clases de entidades. De nuevo, las teorías son infinitas y, por regla general, no han sido exactas. Cada caso particular es muy diferente con respecto al resto, por muy parecidas que sean las actividades de dos empresas en particular. Pero hasta hace muy poco no han existido sistemas de gestión que se adapten al caso relativo a una empresa en concreto.
La tecnología, un pilar básico en la optimización de procesos
La aparición de las nuevas tecnologías ha transformado de un modo espectacular la manera en la que las empresas pueden hallar el modo de optimizar todos los recursos con los que cuentan para realizar su actividad de un modo exitoso y, sobre todo, rentable. Alcanzar la rentabilidad no es una tarea sencilla y para convertirla en una realidad es imprescindible tener en consideración un gran abanico de cosas, algo que en muchos casos es imposible conseguir con sólo una persona o un pequeño grupo de personas al mando.
Gestionar los recursos propios es algo que ahora se puede realizar gracias a las nuevas tecnologías. Durante los últimos años, de hecho, numerosas empresas españolas han conseguido encontrar gracias a esas tecnologías la manera de optimizar todo aquello que tienen a su disposición para volver a encontrar una rentabilidad que creían perdida. Q-Bo, una de las entidades que han desarrollado softwares con el objetivo de prestar ayuda a diferentes entidades en lo concerniente a su gestión, ha sido, al mismo tiempo, una de las primeras empresas en darse cuenta de este beneficioso cambio que se está produciendo dentro del tejido empresarial español.
De una gestión de calidad depende buena parte de las posibilidades de éxito de una entidad. Si ésta es grande y consigue una magnífica organización, la capacidad que tendrá para conseguir todo lo que se proponga será enorme. Pero esta posibilidad también puede convertirse en realidad para todas aquellas empresas consideradas como pequeñas o medianas. Todo depende del partido que se le saque a cada uno de nuestros activos y personas.
Tener una carrera o un máster relacionado con la Administración de Empresas no garantiza precisamente que la persona que lo posea vaya a conseguir la optimización de los recursos de una empresa. El motivo es simple y ya lo hemos comentado: cada organización tiene sus peculiaridades. Si este tipo de profesionales no se adapta a ellas, simplemente no tendrá éxito.
La necesidad de gestionar con éxito no va a desaparecer en el futuro del sector empresarial. Es la llave de la victoria en este mundo. No cabe duda de que, para gestionar cada vez con más precisión y eficiencia serán necesarias las nuevas tecnologías y todas sus aplicaciones. Esta situación ya se ha convertido en una realidad en pleno 2018. Y cada vez más empresas se están sumando a su barco.