Desde que se inventó la fotografía, nunca ha dejado de estar presente en nuestras vidas. Con la creación de la fotografía digital y, posteriormente, su inclusión en la telefonía, este arte, ha cobrado un lugar de privilegio en nuestras vidas. Hacer fotos es el pan de cada día de la inmensa mayoría de usuarios de teléfonos móviles. Da igual lo que se inmortalice: amigos, paisajes, escenas cotidianas… todo vale para crear una galería de recuerdos. Lo mejor de todo, si la foto no es de nuestro agrado, se borra y a otra cosa.
Algo negativo que tiene todo esto, sobre todo para los puristas y amantes de la fotografía per se, la de cámara en mano y un cierto estudio de la composición, entre otros factores, es que se pierde esa magia. Lo mejor que tenía la fotografía de antaño, era ese halo de misterio e incertidumbre sobre lo que iba a salir en la imagen, una vez, llevada al papel. Todo ha cambiado sustancialmente, tanto la forma de hacer fotografía, como la manera de verla. Aun así, el arte permanece y, aunque se haga de otra manera, lo mejor de todo, es que alcanza a todo el mundo.
Por otro lado, a pesar de que todo el mundo que dispone de un teléfono móvil, es fotógrafo, sigue existiendo un mundo profesional, cada vez más sofisticado. En este ámbito laboral, sigue siendo necesario contar con una formación y un estilo propio, más allá de los filtros del iPhone. Precisamente, esto es lo que ha captado nuestra atención al entrar en el estudio fotográfico de Brenda Roque, dedicada a la fotografía de familiar y de bebés, con ese toque de antes: estudio y preparación, sumados a un ojo especial, el de la fotógrafa. Visto que la fotografía familiar está de moda, queremos proporcionar algunos datos sobre ella, una breve guía, relativa a este tipo de fotografía profesional en particular.
Fotos con la familia, igual a fotografía familiar
Cercana a las BBC (Bodas, bautizos y comuniones), la fotografía familiar engloba toda aquella fotografía que incluye un retrato de familia. Las combinaciones pueden ser diversas: todo el conjunto, el papa y la mama, con los hijos, un hijo con el padre, el abuelo con los nietos… En muchas ocasiones, este tipo de fotografías se realizan en un contexto de boda, graduaciones o reuniones familiares. En cualquier caso, cuando el objetivo señala a una familiar, se denomina fotografía familiar. Este tipo de sesiones, pueden ir desde los pequeños grupos entre los que se incluye a los padres y un recién nacido, hasta los grupos mayores, con todos los miembros de la familia pro generaciones.
Aunque parezca sencillo, coger la cámara y hacer “clic”, lo cierto es que no es tan simple como juntar a todos los “modelos” y pedir que digan “patata”. Dentro de una sesión de fotografía familiar, se puede requerir la gestión de un gran grupo de personas, ajustarse a diversas dinámicas o surgir necesidades de accesibilidad que hacen que la imagen del grupo, sea más difícil. Otra circunstancia que puede darse, es la de encontrarse con personas que no tienen experiencia delante de la cámara, lo que implica una mayor destreza por parte del fotógrafo o fotógrafa. La misión del profesional, consiste en saber cómo capturar las mejores imágenes familiares que no se sienten cómodas delante del objetivo. El resultado de este tipo de trabajos es contar historias familiares a través de las imágenes captadas, las cuales, perdurarán en el tiempo y la vida de las familias retratadas.
A la hora de preparar la sesión de fotografía familiar, aparte del equipo y lugar necesario para realizar las fotos, conviene tener en cuenta algunos aspectos. Lo primero de todo, en relación directa con esas personas a las que les incomoda ponerse delante de una cámara, hacer que la sesión sea divertida. Este pequeño pero importante detalle, puede hacer que la sesión sea todo un éxito. Por lo que conviene asegurarse de que todos los componentes de la familia, desde lo más pequeños hasta los más mayores, se sientan cómodos.
Añadir la importancia del vestuario elegido para la sesión. Hablar sobre el tipo de ropa y el estilo de la familiar es interesante para obtener mejores imágenes, pero sobre todo, para lograr capturar y plasmar la esencia de la familia, lo que se quiere transmitir en las imágenes.
Y por supuesto, si la familia cuenta con animales, no olvidarse de ellas en la sesión. No existe una foto familiar que valga si falta el perrete o gatete, incluso, si se trata de un pájaro, incluirlo en la sesión, no está de más.
Todo esto conlleva un tiempo que no hay que subestimar. Trabajar con grupos grandes, niños o mascotas, implica tiempo extra. La gente puede llegar tarde, los niños no estar atentos, las mascotas hacer de las suyas… Contar con todo tipo de imprevistos y situaciones, ayuda a determinar el tiempo de trabajo necesario y, añadir un extra.
Aspectos técnicos para captar las mejores instantáneas
Hacer fotos buenas y de calidad, no es tan sencillo como nos hacen creer los teléfonos móviles. Utilizar una cámara profesional, requiere disponer de unos ciertos conocimientos y saber cómo se utilizan los diferentes parámetros ajustables del equipo. Solo conociendo algunos aspectos técnicos, se pueden obtener los mejores resultados con la cámara.
En el caso de la fotografía familiar, sucede lo mismo. Resulta esencial asegurarse de tener preparados los ajustes necesarios para poder hacer las fotos pretendidas. A la hora de elegir estos ajustes, hay que tener en cuenta algunos factores como a quien se va a retratar, el tamaño de la toma, la iluminación y la configuración. Lo mejor es utilizar el modo manual de la cámara para tener el mayor control sobre las tomas y el resultado de las fotos.
Como regla general, lo primero que hay que considerar es el ISO, uno bajo proporciona una mayor calidad en las fotos. La alta calidad de los resultados es fundamental. Por lo que podemos poner como punto de partida un ISO 400 o, de ser posible, optar por uno dentro del rango 100-400 ISO. Un ISO mayor añade ruido a las fotos, lo que en fotografía analógica se conocía como grano. Esto confiere al resultado un aspecto más granulado y menos nítido, aunque en condiciones de poca luz, se debe subir el ISO.
Del ISO, pasamos a la apertura del diafragma, lo que viene a ser, el diámetro del objetivo que permite la entrada de luz. Si cambias su apertura, cambias la profundidad de campo, lo que influye en la parte de la imagen que saldrá enfocada. A menor número de diafragma, mayor apertura y menor profundidad de campo; a mayor número, menor apertura y mayor profundidad de campo. Jugar con este parámetro permite capturar diferentes tomas a diferentes distancias, niños en primer plano y padres en segundo. Padres enfocados en segundo plano y niños desenfocados en el primero…
Estos parámetros deben ser considerados junto con la lente elegida. Los objetivos más adecuados para realizar una sesión de fotografía, irán en función del tipo de imagen que se pretende capturar. Habrá que cambiar de objetivo, conforme se realicen las fotografías. De tal manera que en el caso de retratos, la mejor opción es un teleobjetivo. Si cuentan con zoom, pueden utilizarse para acercar a las personas a la cámara sin necesidad de acercarse a ellos, lo que aumenta la espontaneidad. Además de permitir capturar imágenes improvisadas fuera del entorno de la sesión. En el caso de necesitar mayor amplitud de fondo, lo mejor es recurrir a un objetivo de tipo angular, ya que permiten incluir el fondo y proporcionan mayor sensación de profundidad.
Dentro del equipo necesario para realizar una sesión de fotografía familiar, no basta con llevar únicamente la cámara. Añadir herramientas para mejorar las sesiones, ayuda a conseguir mejores imágenes y facilitar el trabajo. Una cámara con sus correspondientes objetivos, un flash externo, trípode, reflectores y fotómetros, son imprescindibles para el desarrollo adecuado de la sesión de trabajo. El uso del trípode es necesario cuando los sujetos y el fotógrafo no se mueven, es decir retratos de familia, donde utilizando el disparador, se puede hablar con la familia sin estar detrás de la cámara, algo que relaja bastante.
Una opción muy adecuada y demandada, es la de fotografiar en blanco y negro. Este clásico de la fotografía es excelente a la hora de resaltar texturas y formas en las imágenes. Disparar en blanco y negro permite destacar al sujeto, mostrar emociones y proporcionar un aire de sofisticación. Antes era necesario utilizar un tipo de película en particular, ahora, basta con cambiar este parámetro en la cámara.
Poco más podemos añadir al respecto de este tipo de fotografía tan en vigor. Si eres la persona que busca un fotógrafo para este tipo de sesiones, solo tienes que buscar al profesional adecuado. En el caso de ser el profesional, el ingenio y el arte propio, son los que definen el estilo del reportaje a realizar. El sello personal de cada profesional se adquiere con la práctica, así que, cámara en mano, a tomar instantáneas.