¿Qué es la cédula de habitabilidad y para qué sirve?

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Si recientemente has alquilado o comprado un piso, seguro que has oído hablar de la cédula de habitabilidad. Te explicamos en este artículo qué es este documento público, para qué sirve y cómo se tramita.

La web de Legálitas señala que la cédula de habitabilidad es un certificado público que acredita que la vivienda reúne los requisitos técnicos e higiénicos sanitarios mínimos para que pueda ser habitada por personas.

Antes de solicitar la cédula de habitabilidad de un inmueble debes asegurarte de si alguna vez lo ha tenido o si tienes que tramitar una solicitud de cédula de primera ocupación. Esta información es importante, ya que como veremos más adelante, el trámite para solicitarlo es diferente. Puedes saber si tu vivienda tiene o no cédula de habitabilidad solicitando la información en el organismo de vivienda correspondiente de tu Comunidad Autónoma.

Como nos dicen los gestores de Arquinvest, una agencia alicantina especializada en la tramitación de todo tipo de permisos técnicos para inmuebles, la cédula de habitabilidad es necesaria para contratar los suministros de agua, luz y gas para una vivienda y debe adjuntarse en el momento en el que se alquile o se venda un inmueble.

Para efectuar este trámite necesitas la intervención de un arquitecto colegiado, la cédula será concedida o renovada por el ayuntamiento del municipio en el que se encuentra ubicado. Para tener una mayor compresión de lo importante que es este documento, profundicemos en cada uno de estos aspectos.

¿Qué es la cédula de habitabilidad?

La cédula de habitabilidad es un documento público que certifica que una vivienda cumple con las condiciones mínimas de habitabilidad y salubridad necesarias para ser ocupada. Este requisito legal, regulado por las Comunidades Autónomas, garantiza a los ciudadanos que habitan estos espacios que el inmueble reúne las condiciones mínimas para su bienestar.

Existen 3 tipos de cédulas de habitabilidad. La que se emite cuando se comienza a vivir en una vivienda por primera vez, el certificado emitido tras la rehabilitación de la vivienda y la renovación de la cédula. Estos son los tipos de cédula de habitabilidad:

  1. Cédula de Primera Ocupación: Es expedida para viviendas de nueva construcción. Este documento certifica que la construcción cumple con todas las normativas vigentes en cuanto a seguridad, salubridad y habitabilidad. Se emite tras la finalización de la obra y antes de que los ocupantes se muden, asegurando que la vivienda cumpla con los estándares establecidos. Para las viviendas construidas después del 2012 tiene una vigencia de 25 años y para las edificadas entre 2004 y 2015, de 15.
  2. Cédula de Primera Ocupación por Rehabilitación: Cuando se lleva a cabo una rehabilitación integral de una vivienda existente, se emite la cédula de primera ocupación por rehabilitación. Este tipo de cédula garantiza que, una vez acometidas todas las transformaciones, estas no impiden que la vivienda pueda ser habitada con unas garantías mínimas. La vigencia de este permiso tiene una duración de 15 años.
  3. Cédula de Segunda Ocupación: La cédula de segunda ocupación se aplica a viviendas que han sido ocupadas previamente y que, por lo tanto, ya cuentan con una cédula de habitabilidad inicial. Este documento se renueva para certificar que, después de cierto tiempo, la vivienda sigue cumpliendo con los estándares establecidos, incluso después de cambios o mejoras realizadas por los propietarios. Esta cédula tiene una vigencia de 15 años.

Una vez caducada la cédula de habitabilidad, esta se deberá renovar mediante una instancia en el ayuntamiento. La razón por la que la Cédula de Primera Ocupación tiene una vigencia superior a las sucesivas renovaciones se debe a que se presupone que la vivienda está en mejores condiciones técnicas, ya que se ha utilizado menos.

Si por lo que sea, se nos pasa renovar la cédula y necesitamos el certificado más adelante, siempre la podemos tramitar como una cédula de segunda ocupación.

La cédula de habitabilidad incluye información detallada sobre la vivienda certificada. Entre los datos más relevantes se encuentran:

  • Identificación de la vivienda: Dirección completa y datos catastrales.
  • Características técnicas: Superficie habitable, distribución de espacios y dotaciones mínimas.
  • Certificación energética: Clasificación energética de la vivienda.
  • Normativas cumplidas: Aseguramiento de que la vivienda cumple con todas las normativas de habitabilidad y seguridad.

La información detallada en la cédula ofrece transparencia sobre las condiciones de la vivienda, asegurando que los ocupantes habiten en entornos seguros y adecuados.

¿Cuándo es necesaria la cédula de habitabilidad?

La ley establece que es necesaria la cédula de habitabilidad cuando se procede a la venta o alquiler de una vivienda. También nos la solicitarán las empresas comercializadoras de energía cuando reanuden el suministro en el inmueble.

Las suministradoras de agua, gas y electricidad suelen solicitar la cédula de habitabilidad como parte del proceso para reanudar el suministro en una vivienda.

La cédula de habitabilidad es un documento oficial emitido por las autoridades competentes que certifica que la vivienda cumple con las condiciones necesarias para ser habitada de manera segura y saludable. Al requerir este documento, las empresas de suministros buscan asegurarse de que la vivienda cumple con los estándares mínimos de habitabilidad. Esto es fundamental para garantizar la seguridad y bienestar de los ocupantes, así como para cumplir con las regulaciones gubernamentales.

La cédula de habitabilidad incluye información detallada sobre las características técnicas de la vivienda, como su distribución, superficie habitable y dotaciones mínimas. Esta información es relevante para las suministradoras, ya que les permite evaluar las necesidades específicas de la vivienda y garantizar un suministro adecuado de agua, gas y electricidad.

En el caso de no disponer de la cédula de habitabilidad, es posible que las suministradoras se nieguen a restablecer el suministro. Esto se debe a que la ausencia de este documento podría indicar que la vivienda no cumple con los requisitos legales para ser habitada, lo que representa un riesgo para los ocupantes y para las propias instalaciones energéticas. Sin la cédula, las empresas de suministros no tienen la certeza de que la vivienda pueda ser habitada, por lo tanto, pueden negarse a restablecer los servicios hasta que se proporcione este documento.

La cédula de habitabilidad es esencial al alquilar o vender una vivienda. Este documento proporciona transparencia sobre las condiciones del inmueble y genera confianza en arrendadores y compradores.

La falta de la cédula puede complicar la negociación y cerrar la posibilidad de venta o alquiler. Además, carecer de ella puede acarrear sanciones legales y demorar trámites relacionados con la transacción. Los compradores e inquilinos suelen requerir este documento como condición previa para proceder a la compra o alquiler.

¿Cómo se solicita la cédula de habitabilidad?

La regulación de la vivienda es una competencia transferida a las Comunidades Autónomas. Cada autonomía establece los plazos y procedimientos para solicitar la cédula de habitabilidad, si bien, podemos decir que no existe mucha diferencia entre unas regiones y otras.

La Generalitat de Catalunya establece que el propietario o inquilino de una vivienda puede solicitar la cédula de habitabilidad en cualquier momento, a partir de la comunicación previa al ayuntamiento de la primera utilización y ocupación del edificio.

El procedimiento para solicitar la cédula de habitabilidad es el siguiente:

  1. Documentación previa: Antes de iniciar la solicitud, es necesario recopilar la documentación requerida. Esto puede incluir planos de la vivienda, licencia de obras (si es una construcción nueva o rehabilitación), certificados de instalaciones (agua, gas, electricidad), y otros documentos que verifiquen el cumplimiento de normativas.
  2. Técnico competente: La solicitud debe ser tramitada por un técnico competente, que puede ser un arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero, o técnico autorizado por la comunidad autónoma. Este profesional realiza una inspección de la vivienda para verificar que cumple con los requisitos de habitabilidad y salubridad.
  3. Presentación de la solicitud: La solicitud se presenta ante el órgano competente de la comunidad autónoma correspondiente. Este proceso puede realizarse de forma presencial o telemática, dependiendo de las disposiciones locales.
  4. Inspección técnica: Tras recibir la solicitud, se programa una inspección técnica de la vivienda. Durante esta visita, el técnico verifica las condiciones estructurales, las instalaciones, y otros aspectos relevantes para emitir la cédula.
  5. Emisión de la cédula: Si la vivienda cumple con los requisitos, se emite la cédula de habitabilidad. Este documento suele tener una validez específica que varía según la normativa local.

Es fundamental verificar los requisitos y plazos específicos de la comunidad autónoma en la que se realiza la solicitud, ya que pueden existir variaciones. En algunos casos, la cédula se emite de forma automática al finalizar la construcción o rehabilitación, mientras que en otros, es necesario iniciar el proceso de solicitud de manera independiente.

Debemos tener en cuenta que vivir en un edificio sin cédula de habitabilidad se considera una infracción grave. Un acto temerario, que en Cataluña, por ejemplo, es objeto de multas que van de los 90.000 a los 900.000 €.

Si te han vendido una casa sin cédula de habitabilidad, debes saber que es una acción ilegal y que, por tanto, se puede denunciar. Después de eso, cuando te hayas percatado que la vivienda reúne los requisitos mínimos, puedes solicitar tú mismo la cédula de primera ocupación.

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