La Agenda España Digital 2025 establece el impulso de la tecnología 5G como tarea clave para el desarrollo económico y para la transformación digital de nuestro país, además de proponer como objetivo fomentar la innovación, la investigación y el desarrollo de la tecnología y el estándar 6G, consolidando así la posición de España como país líder en términos de conectividad y a la vanguardia en el desarrollo de las nuevas infraestructuras digitales. El objetivo es impulsar la innovación y el emprendimiento, que permita vincular capital humano y talento al desarrollo, la implementación y comercialización de productos y servicios en torno al 5G y 6G, y sobre todo, posibilitar el establecimiento de una base industrial energéticamente eficiente y vinculada al 5G y al futuro 6G.
¿Qué se entiende por 5G y 6G?
5G son las siglas utilizadas en telecomunicación para referirse a la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil, con importantes mejoras en el ancho de banda, con una velocidad de transmisión de datos y una mayor cobertura en zonas remotas.
La tecnología 5G, puede dar a las comunicaciones móviles e inalámbricas una nueva dimensión al integrar computación en la red, permitir crear redes virtuales, ofrecer baja latencia y prestar servicios de enorme valor añadido para la sociedad en ámbitos como el de la medicina, el transporte o la energía, entre otros. Esto es muy importante en el momento actual, ya que numerosos trabajadores siguen desempeñando sus funciones laborales desde casa y les resulta fundamental contar con una conexión óptima que, entre otras cuestiones, les permita fichar el inicio y el final del trabajo, tal y como nos recuerdan nuestros amigos de Trackpeople.
La tecnología 6G, por su parte, será la sexta generación de tecnologías de comunicaciones inalámbricas que soportan redes de datos celulares. Será el sucesor de la 5G y será significativamente más rápida, con capacidad para conectarse con dispositivos muy completos como coches automatizados, drones, etc. Cada generación sucesiva de comunicaciones móviles, además, va más allá de un simple aumento en la velocidad o el rendimiento, aportando nuevas capacidades de servicio únicas. Este fue claramente el caso al pasar de LTE (4G) a 5G.
Se estima que la tecnología y los estándares 5G evolucionarán en los próximos años a medida que avance su implementación, esperándose que la tecnología 5G evolucione hacia nuevas redes centrales 5G «independientes», ciberseguras y que permitan aplicaciones industriales como la movilidad conectada y automatizada (CAM) y la industria 5.0. Estas aplicaciones son el primer paso hacia la digitalización y la ecologización de toda nuestra economía. Las infraestructuras 5G avanzadas también son un punto de partida importante para las tecnologías 6G en Europa.
¿Y qué ocurre a nivel europeo?
Así la Comisión Europea, como órgano ejecutivo responsable de la elaboración de propuestas de legislación europea, adoptó el 23 de febrero de 2021 la propuesta de Reglamento del Consejo en el que se establece la Empresa Común para las Redes y los Servicios Inteligentes (Joint Undertaking on Smart Networks and Services, JU SNS) en el marco de Horizonte Europa, el principal programa de financiación de la Unión Europea para la investigación y la innovación. Siendo el fin último de esta iniciativa el permitir a los agentes europeos desarrollar las capacidades de investigación e innovación para las tecnologías 6G como base de los futuros servicios digitales de aquí a 2030, promoviendo la armonización de las redes y los servicios inteligentes del futuro con las necesidades estratégicas y sociales de la UE, en particular, la eficiencia energética, la privacidad, la ética y la ciberseguridad. Uno de los objetivos de la JU SNS es fomentar la autonomía digital de Europa en el ámbito de los servicios digitales avanzados y de cara a la futura generación de sistemas (6G), en un contexto de fuerte competencia procedente de Asia y Estados Unidos.
Las iniciativas de investigación y desarrollo (I+D) sobre tecnologías 6G están comenzando en todo el mundo, y los primeros productos e infraestructuras se esperan para finales de esta década. En Europa, se lanzó un primer conjunto de proyectos 6G por valor de 60 millones de euros bajo la 5G-PPP, con el buque insignia Hexa-X desarrollando un primer concepto de sistema 6G complementado con ocho proyectos que investigan tecnologías específicas para 6G. Estas tecnologías formarán la base para un Internet de próxima generación (NGI) centrado en las personas y abordarán los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los sistemas 6G nos trasladarán de capacidades Gigabit a Terabit y tiempos de respuesta inferiores a milisegundos. Esto permitirá nuevas aplicaciones, como la automatización en tiempo real o la detección de realidad extendida («Internet de los sentidos»), que recopilan datos para un gemelo digital del mundo físico.