La simbiosis ideal entre tecnología y moda

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Vivimos en un mundo claramente marcado por el desarrollo tecnológico. Los nuevos aparatos y las posibilidades que nos facilitan han transformado todos los procesos tal y como los conocíamos y, además, en todas las facetas, incluyendo especialmente todo lo que tiene que ver con los negocios y las empresas. Hasta tal punto se ha desarrollado este avance que todo aquel que no se ha sumado a él ha sido absorbido y eliminado prácticamente del mapa.

Ya no basta con tener los mejores productos y convencer de ello a los consumidores. Ahora hay que estar presentes en Internet. La compra online está al alza y abre nichos de mercado en una proporción extraordinaria. Aprovechando esta gran ventaja, una simbiosis entre los mejores productos y un diseño coherente y útil para nuestra página web es el sistema adecuado para maximizar los beneficios.

En el mes de abril de 2015, hace casi dos años, decidí convertirme en un emprendedor del negocio de la moda. Lo hice de manera conjunta con Olga, mi socia, con la que siempre había tenido mucha confianza y cuya obsesión era, como en mi caso, abrir un negocio dedicado a la venta de prendas de primera calidad tanto para hombres como para mujeres.

Desde el primer momento teníamos claro lo que queríamos: ropa buena y presencia en Internet, como comentaba más arriba. En la combinación de ambas cosas pensábamos que radicaba el éxito, un éxito que pretendíamos perseguir hasta la extenuación. Este fue el motivo por el cual empezamos a trabajar en nuestro proyecto con ilusión, ganas y, sobre todo, mucho sacrificio.

Sacrificio porque desde el primer momento nos rebanamos los sesos para encontrar a los mejores proveedores. Olga, que iba a ser la encargada de todo lo relacionado con ropa para mujer, analizaba sin cesar todo tipo de proveedores para conocer quién podría ofrecernos las mejores prendas y a un precio razonable. Nos interesaba encontrarlo cuanto antes para dar inicio al negocio de manera efectiva. Hasta que no encontráramos alguien que nos suministrara la ropa que queríamos al precio que estábamos dispuestos a pagar, no empezaríamos con el diseño de la página web y con la búsqueda de un local. Porque para vender medianías, no nos involucrábamos en el sector. Así de simple.

Una buena tarde, mientras ayudaba a Olga con el análisis de diferentes empresas, descubrimos una que nos llamó la atención: HHG. Se trataba de una entidad especializada en ropa para mujer, con prendas de diferente tipo: vestidos, faldas, blusas, complementos… Nos parecía interesante lo que de esa página web podíamos extraer, así que nos pusimos en contacto con sus profesionales para conocer sus precios.

Tomar esta decisión fue la mejor de las decisiones que tomamos. La ropa que nos proporcionaría HHG sería de primera calidad y su precio, muy económico. Olga y yo nos dimos cuenta de la oportunidad que se nos presentaba y entonces convenimos en dar el paso. Llegamos a un acuerdo con aquella empresa y, por tanto, dimos luz verde al resto de operaciones para poner en marcha nuestro negocio.

Un negocio a nuestra medida

Una vez que teníamos proveedor para la ropa femenina, encontrar un local decente y diseñar una página web para el negocio pasaban a ser nuestras prioridades. En ambos casos conseguimos lo que buscábamos: un local grande y perfectamente situado en nuestra ciudad, así como una web en la que hacíamos gala de nuestras mejores prendas, incluyendo fotografías con planos detalle.

La vida del negocio está cercana a los dos años y la verdad es que el funcionamiento está siendo muy bueno. Los clientes están encantados con las prendas que adquieren en nuestro local y con las facilidades que les damos para adquirirlas. En Internet, tal y como suponíamos, el tráfico de visitas y compras es simplemente espectacular. Y es que la mezcla entre tecnología y moda de primer nivel nos ha sido muy rentable. Tenemos mucho futuro y queremos ser los testigos de excepción de ese futuro. El camino ya está marcado.

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