Piscinas

En mi piscina me siento como un pez en el agua…

De siempre me gustó nadar. Eso me permite desconectar de la realidad, me relaja. Nadando se me olvidan los problemas. Me siento feliz como un pez en el agua… Además, esta buena costumbre me permite lucir a mis cincuenta y cinco años una figura envidiable. De pequeña, cuando todavía vivía con mis padres en Holanda,