Dicen que el que no se consuela es porque no quiere. Y lo cierto es que es verdad. En el siempre cambiante y fascinante mundo empresarial, el dicho también es válido. Y las variaciones que ha traído consigo la última década son un buen reflejo de ello.
Hace diez años, la vida de muchos españoles se tambaleó al llegar una crisis económica sin precedentes. El ladrillo, el sector del que dependían una parte importante de los bolsillos nacionales, se derrumbaba y llevaba al paro a una cifra que llegó a ser superior a los cinco millones de personas. Era lógico verlo todo negro, tanto desde el punto de vista personal como del profesional o empresarial.
Sin embargo, comenzaba a ser una época en la que florecían un montón de posibilidades para darle un empaque diferente a los negocios. Las redes sociales comenzaban a adquirir importancia, el diseño web ya era una ciencia demandada y las nuevas formas publicitarias ya encontraban en Internet su principal plataforma de lanzamiento. Hubo empresas que, en lugar de sentir el miedo lógico que implica la llegada de una crisis, comenzaron a invertir dinero en esas nuevas tecnologías. Hoy, su pericia está más que probada y argumentada.
2017 es un año en el que ya no se puede vivir al margen de esas nuevas tecnologías. Lo que antes era un claro síntoma de progreso es ahora una obligación: a día de hoy, quien no opera en la red está muerto. De ahí que durante todo este tiempo, los dirigentes hayan apostado, como mínimo, por la creación de una página web. Según el Instituto Nacional de Estadística, 7 de cada 10 empresas que superaban la decena de empleados ya tenía una página web. Datos que, no obstante, todavía era necesario mejorar.
Disponer de una página web es, sin embargo, sólo el primer paso para hacer de nuestra presencia en Internet algo rentable. Es imprescindible que, una vez que se haya creado, se le dote de un diseño elegante y que se potencien otros aspectos del día a día online, como las redes sociales. Para cumplir con estos fines nació una entidad como Creaktiva, especializada en todo tipo de soluciones para las organizaciones e instituciones que necesitan dar ese pasito tecnológico.
Son muchas las facetas en las que contactar con una entidad como esta puede contribuir al desarrollo empresarial:
- En primer lugar, la creación de una página web que sea intuitiva y fácil de manejar para el usuario. Si no se consigue este primer punto, todo el trabajo digital será en vano.
- Presencia en redes sociales. Un complemento perfecto para la página web. Desarrollado de un modo profesional, contribuye a que los usuarios estén informados de todos nuestros movimientos sin necesidad de que entren en la web. Bastará con que nos sigan en Twitter, Instagram o Facebook.
- Aspectos como la fotografía o el vídeo han ganado mucha importancia con la llegada de Internet. Confiar en Creaktiva es hacerlo en una realización, un retoque y una edición de foto y vídeo de primera calidad que contribuya de un modo sustancial a la promoción de un negocio.
Apuesta de presente y de futuro
Es evidente que, de aquí a unos años, será totalmente imposible vivir sin estar presente en las redes sociales o en Internet. La dependencia de esos medios ya es brutal en prácticamente todos los sectores a causa del aumento de la confianza de los consumidores en la compra online y el aumento en el uso de la red para obtener información acerca de diferentes empresas y entidades.
Cuidar, por tanto, de todos los medios de los que disponemos en Internet es imprescindible. Ya hay empresas que no utilizan ningún espacio físico para subsistir y cuyo entorno es completamente virtual. Nos dirigimos, cada vez en mayor medida, a una sociedad de estas características y es imprescindible que la manera que tienen las empresas de desarrollar sus campañas de marketing. Hacerlo de la mano de Creaktiva será siempre una buena elección para ello.
