El mundo actual es un mundo completamente tecnológico. Las nuevas tecnologías nos han invadido en todos los sentidos y ahora es totalmente imposible mantenerse informado sin estar atentos a ellas. Desde luego, el que sabe manejar redes sociales y las demás ventajas comunicativas que nos ofrecen las nuevas tecnologías tiene un tesoro que tiene que cuidar como oro en paño.
En el mundo empresarial, el manejo de estos instrumentos es fundamental. En primer lugar, para informatizar todos los datos de la empresa, algo muy útil y que nos evitará tener que depender en tanta medida del papel. En segundo lugar, para utilizar las nuevas plataformas de cara a mejorar la imagen exterior de la entidad y publicitarse. Sin embargo, para los consumidores es asimismo muy importante Internet y todo lo que conlleva, puesto que de esta manera se tiene mucha más información a la hora de comprar.
Son dos décadas las que me llevo dedicando en cuerpo y alma a mi negocio, una ferretería que poseo en mi municipio natal. Y son muchos los cambios que he ido realizando con el tiempo para que mi negocio funcione a la perfección y esté adaptado a la sociedad en la que le toca vivir, una tarea que muchas veces no es sencilla y para la que hay que realizar una inversión monetaria.
Si hay algún cambio que ha revolucionado la manera de gestionar mi empresa, ese ha sido sin duda el cambio ocasionado por esas nuevas tecnologías de las que os hablaba más arriba. En dos décadas hemos pasado de trabajar con papeles a tener los mejores ordenadores y sistemas informáticos, cuestión esta que supone un auténtico salto de calidad en cuanto a comodidad.
Una comodidad que muchas veces depende de quién sea el encargado de mantenimiento de los ordenadores y del sistema informático que estemos utilizando. Hace algunos años tuve un problema con el sistema de red local que nos impedía trabajar la fluidez necesaria para elaborar las funciones de gestión de nuestra entidad. La empresa que se encargaba de solucionarme dichos problemas no cumplió con su cometido y, en consecuencia, nuestro trabajo se vio retrasado en varios días.
Cogí un cabreo importante. Y creo que estaba más que justificado, porque me sentía engañado y estafado. Llamé a la empresa y exigí que se me diera de baja como cliente. Al mismo tiempo, comencé a informarme acerca de alguna otra entidad que se encargara de este tipo de funciones, a un precio lo más asequible posible y con una seriedad y compromiso que estuvieran fuera de toda duda. Y ahí es donde me encontré con e-ingenia.
El placer de trabajar sin problemas informáticos
E-ingenia podía encargarse del mantenimiento informático de mi empresa. Se trataba de gente con experiencia y conocimiento, en la que se podía confiar y que iba a procurar no decepcionarme. Eso me dijeron en cuanto contacté con ellos y les expliqué mi problema. La verdad es que me parecían profesionales cualificados y serios y si, además de ello tenía en cuenta el tan bajo precio por el que me iba a salir el contratar el mantenimiento con ellos, podía darme por satisfecho sin ninguna duda.
Los meses siguientes sirvieron para que terminara por confirmar esa satisfacción. Los trabajadores de e-ingenia construyeron una nueva red de trabajo para los diferentes ordenadores y se encargaron personalmente de revisarlos para que nada en ellos pudiera retrasar nuestro trabajo. Desde entonces, no tuvimos ni un solo problema y la verdad es que la sensación de seguridad que comenzamos a tener sobre el trabajo que desempeñábamos era enorme. Esto nos dejaba a todos muy tranquilos.
Y es que trabajar con la seguridad de tener un buen equipo informático a tu disposición no tiene precio. Y trabajar sabiendo que hay alguien que te puede solucionar cualquier tipo de problema en cualquier momento…es todo un lujo.