Siglo XXI, más allá de la fotografía

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La fotografía analógica se “inscribe”, la fotografía digital se “escribe”.                              Joan Fontcuberta

La fotografía ha cambiado y poco tiene que ver con la fotografía del siglo XIX o del XX. La revolución tecnológica ha provocado este cambio de rumbo en la fotografía. La fotografía de hoy ya no intenta ser un fiel reflejo de la realidad, sino que va más allá, tratando de transmitir la emoción, la vivencia, el instante.

Lo real y lo digital se unen indisolublemente en la pantalla de un ordenador, sin necesidad de papel, ni de productos químicos. Todo puede ocurrir en ese infinito fondo virtual, en ese marco incomparable de posibilidades.

Frente a lo fotografía descriptiva de los siglos anteriores, la fotografía del siglo XXI es esencialmente concepto, ya no describe, si no que se ha convertido en un forma de lenguaje más, con su propio vocabulario, con sus propios signos, con su propio significado. Estenuevo modelo de fotografía pretende que sus imágenes hablen por sí mismas, que tengan vida, y va más allá de la mera descripción de objetos propia de la fotografía del pasado, aunque persiguen la misma finalidad.

La nueva fotografía, la fotografía de la era tecnológica, ya no es fotografía, es otra cosa, de hecho, hay quienes opinan que ya no es posible hablar de fotografía, sino más bien de postfotografía.

Fotografía y postfotografía, ambas son hijas de su tiempo, ambas nacen en momentos de cambios sociales y culturales, de avances tecnológicos, de tensiones políticas y económicas. La primera es hija de la Revolución Industrial, la segunda, de la Revolución 3.0.

El nuevo mercado fotográfico exige adaptarse, actualizarse y esto también afecta a los viejos estudios fotográficos, que han de introducirse en este nuevo mundo lleno de posibilidades.

Los nuevos tiempos exigen buenos profesionales, y yo, como propietaria de una boutique de moda joven, también. Por eso siempre trabajo con En s7tart, fotógrafo de moda y publicidad en Barcelona. Personalmente estoy encantada con su profesionalidad y experiencia y sobre todo, con su gran creatividad, la cual se refleja en sus sesiones para eventos de empresas, publicidad, moda, fotoproducto y mucho más…habiendo participado en exclusivas sesiones fotográficas tanto en interiores (estudio propio) como en exteriores

La verdad ya no se revela, se pixela

La fotografía de hoy ya no se contenta con revelar la verdad, con ser una imagen fiel de la realidad, sino que va más allá, modificándola a su antojo.

Yo me dedico al mundo de la moda, y me niego a hacerles photoshop a ningun@ de mis modelos, me parece insultante. Pero hoy en día, esa práctica es muy habitual, hasta el punto de que algunas y algunos modelos, no son capaces de reconocerse.

Pechos perfectos, fabulosas curvas, labios gruesos, rostro perfectamente perfilado, manos jóvenes, músculos ideales, seres humanos irreales, en definitiva, nos invaden en los medios de comunicación, hecho que genera no pocas frustraciones en el ciudadano y la ciudadana media.

L@s jóvenes son los que mayormente se ven afectados por este hecho, pero no son l@s únic@s. Cada vez se practican más operaciones de cirugía estética y los gimnasios se abarrotan de pobres incaut@s, deseos@s de alcanzar el deseado e irreal prototipo.

Pero no todas las aplicaciones de la nueva fotografía son tan retorcidas y la encontramos en los videojuegos, en el cine, en el arte… las posibilidades que ofrece son infinitas: superproducciones de cine, videojuegos con una calidad de imagen perfecta, obras de arte que parecen tener vida…

La fotografía de la era tecnológica ha dado lugar a fantásticas exposiciones, a verdaderas figuras en movimiento que parecen reales. Los nuevos artistas juegan con la mente del observador, y también con su alma y con tranquilidad, haciéndole ir más allá de la imagen, al corazón mismo del objeto representado.

La fotografía del siglo XXI, presenta algunas variaciones importantes con respecto a la fotografía de los siglos XIX y XX, como por ejemplo:

La fotografía ya no se revela químicamente, sino digitalmente, por medio de pixeles, lo que ofrece al autor la oportunidad de procesarlos en el revelado, de interferir en el proceso. Tampoco ocupa un espacio físico, como hacía su precedecesora, sino que ocupa un espacio virtual, está en todas partes y a la vez en ninguna.

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