Hablar de tecnología es hacerlo, de una manera directa o indirecta, de la producción de vehículos. Y es que un coche es la máxima expresión de avance tecnológico en la sociedad en la que nos encontramos. Desde luego, es evidente que este es uno de los sectores en los que más se defiende de este tipo de avances. No es para menos. El hecho de que la tecnología sea sinónimo de seguridad contribuye a que los ciudadanos que están interesados en la compra de un vehículo se decanten por aquellos coches que sean más fiables, más sobrios y más tecnológicos.
La tecnología sirve, en efecto, para que un vehículo consiga la mayor fiabilidad posible. Y lo hace desde dos puntos de vista bien diferenciados: uno es el relativo a esa tecnología física, la relativa a la composición del chasis o a la activación del airbag en caso de colisión, entre otras cosas. Por otra parte, nos podemos encontrar con la tecnología digamos más visual, aquella que tiene que ver con las cámaras que nos permiten ver en el monitor del vehículo cómo estamos aparcando y qué espacio nos queda para ejecutar una determinada maniobra.
Las dos han evolucionado de una manera considerable en los últimos tiempos gracias a la llegada de nueva maquinaria en las fábricas de producción de vehículos, máquinas dedicadas tanto a aspectos relacionados con la tecnología más tradicional (el chasis, el motor…) como a la más moderna (esos sensores de aparcamiento de los que hemos hablado). El resultado es la llegada hasta nuestros actualidad de los modelos de vehículos más seguros y más eficientes de los que hemos podido hacer gala en toda nuestra Historia. Y eso que todavía hay mucho margen de mejora en el sector.
La pregunta que cabe hacernos en lo que respecta a la producción de nuevos vehículos es: ¿qué es más importante, desarrollar la tecnología más tradicional, dedicada a aspectos como el ‘esqueleto’ del vehículo o su motor, o la nueva tecnología visual que permite al propio coche disponer de conexión a Internet? Hemos hablado con los profesionales de Tecoi, una entidad dedicada a la producción de máquinas destinadas al corte, por láser, de un elemento como la chapa, vital en la composición del chasis de un vehículo. Lo que nos comentan es que, de acuerdo con las empresas productoras de vehículos de las que son proveedores, los clientes valoran tanto una cosa como la otra. Y es que de la combinación de estas dos tecnologías depende la seguridad y fiabilidad de un vehículo.
Se trata de una información que es vital tener en cuenta de cara al futuro más inmediato. No cabe la menor duda de que todos vamos a estar obligados, más pronto que tarde, a cambiar de coche, principalmente porque es algo que se nos requerirá cuando todos los vehículos a los que se les permita circular deban ser eléctricos. Para cuando nos toque adquirir uno de esos coches, tendremos que tener en cuenta que, además de la tecnología más moderna, tenemos que valorar la tecnología asociada a la propia estructura del vehículo.
Una necesidad general para los españoles
Disponer de un vehículo es algo que es vital para prácticamente todos los españoles que tenemos una edad superior a los 18 años. El motivo es más que evidente: un coche nos ofrece una libertad que prácticamente no tiene límites. Es algo que nos hace no tener que depender de un autobús, de un tren y de aspectos externos como lo puedan ser las impuntualidades que sufren muchos de los transportes públicos a los que estamos sujetos en muchas ocasiones.
En España, en los momentos en los que nos encontramos, tenemos un parque de vehículos que supera las 30 millones de unidades. Se trata de una cifra importante. Todavía hay muchos que no cuentan con los requerimientos que van a ser de obligatorio cumplimiento a partir de los próximos años. Por eso, podemos entrever que mucha gente va a tener la necesidad de comprar un vehículo muy pronto. Para todos ellos, es vital considerar como claves tanto la tecnología visual y moderna como la más tradicional porque, como ya hemos apuntado, de la combinación de ambas de deviene la máxima calidad del vehículo.
Estamos seguros de que muchas van a ser las personas que decidan operan del modo en el que venimos pidiendo a lo largo de estos párrafos. Los motivos están claros: la manera que nosotros consideramos adecuada es la mejor para apostar por la seguridad del vehículo y la de sus pasajeros. Y la gente busca esa seguridad en los tiempos que corren. El simple paso del tiempo nos dará la razón. Y seguro que muchos de vosotros también. La tecnología es, a fin de cuentas, la mejor aliada de la que podemos conseguir para garantizar nuestra seguridad al volante.